En todo momento
el reino celestial estaba en
fiesta. Un grupo de ángeles pintaba un arco iris, otros se dedicaban a
recolectar sus plumas que se les iban
cayendo al jugar, para formar almohadas
para sus peleas de risas. Otros formaban toboganes para deslizarse, otros mas creaban pasteles de las mismas
nubes, muñecos de nieve de las nubes frías,
y de las que estaban cargadas de lluvia, formaban ríos y chapoteaderos
para continuar jugando. Todo era una gran fiesta de risas y cantos y Dios se recreaba al ver tanta dicha en su
reino celestial. Todos los ángeles podían participar de los juegos, mientras
estuvieran fuera de sus misiones, porque cada uno de ellos tenía tareas precisas
que llevar acabo, y antes que todo estaban las obligaciones para un buen
funcionamiento de la tierra como en el cielo.
De repente se escuchó sonar una campanita, era el llamado de Dios urgentemente que convocaba una reunión con todos los ángeles que estuvieran disponibles para la siguiente misión en la tierra:
-Dios: Mis más amados angelitos traviesos,
recuerden que después de terminar sus juegos, de desordenar y esconder
estrellas, de colorear el arcoíris, de formar figuras caprichosas con las nubes,
como puentes colgantes, toboganes, columpios, albercas, hasta el último estadio
que crearon para jugar el juego Quidditch de Harry Potter, en donde utilizaron
muchas estrellas para la iluminación y miles de hadas con sus varitas mágicas
ahuyentando a los dementores. Todo lo tienen que poner en orden, regresar todo a su
lugar, aquí no se permite el desorden, como lo existe en algunos hogares de la
tierra, en donde los niños realizan el desorden y son los papas los que
terminan recogiendo el desarreglo.
–Dios: Esta vez enviaremos nuevamente a un
grupo de angelitos a la tierra, para recordarles el camino de regreso al cielo a muchas
personas que están perdidas entre sus conflictos, enfermedades y todo tipo de
desventuras y cuando mueren no logran llegar a mi presencia, porque ellos
siguen pensando que yo soy el que les envía dichos infortunios.
-Dios: Muchas personas dicen que yo me alejé de
sus vidas, que no escucho sus plegarias, y no pueden encontrarme en sus templos, ni en sus libros.
Me buscan por todas partes y dicen que no logran hallarme, pues solo me buscan
cuando tienen problemas y me acusan de
ser el responsable de todo lo malo que les sucede.
- Zafiel: Yo padre mío, a mí me encantaría
estar en esa misión.
- Abel: Yo también padre mío, yo estoy
dispuesto a dejar mis juegos para ir a la tierra.
- Nitika: Yo también padre mío, inclúyeme en
esa hermosa tarea.
- Elamiz: Yo también padre mío, quiero ayudar a
esas personas.
Y muchos otros ángeles también estuvieron
dispuestos a dejar sus momentos de diversión en el cielo, para bajar a la
tierra y afrontar la difícil tarea de mostrar el camino más fácil y placentero
para encontrar a Dios.
El ángel Zafiel, encontró a un hombre solitario
que había perdido a su esposa por una terrible enfermedad y a su hijo en una guerra,
y los últimos y amargos años se había sumergido en una depresión muy
profunda, cuestionando la existencia de Dios.
El ángel Zafiel se le presento como un
vagabundo, y le pregunto cuál era el mejor camino hacia Dios. El hombre, triste
le dijo que creyó en Dios cuando conoció a su esposa, cuando nació su hijo, y lo
desconoció cuando se los llevo. Y el ángel Zafiel le contesto:
- El Creador es el todopoderoso, lleno de amor
infinito por sus hijos, por amor te dio una esposa y un hijo, y cada quien
tiene una misión y un tiempo que cumplir, su misión fue darte amor a ti, ahora
ellos siguen viviendo en una familia celestial al lado de Dios, y tu actitud de
mártir te aleja de la felicidad, del camino a Dios, y de algún día reunirte con
tus seres amados, tienes que darte cuenta que la fuente mas grande de amor esta
en tu interior, que Dios esta en ti, que el amor de sus seres amados sigue en
tu corazón.
El Ángel Abel, llego a un pequeño pueblo, triste
y frio. Poca gente caminaba al medio día por
-Abel: Dios es amor incondicional, es alegría,
es dicha, es la risa de los niños, es un buen saludo, es la armonía entre los
vecinos, entre el empleado y el jefe. Por lo tanto, Dios no solamente está en
los templos los domingos, Él está aquí, allá, es omnipresente, omnipotente, no
conoce límites ni tiempo, porque es todopoderoso, Él está en nuestros
corazones, y nosotros estamos en su corazón. Dios no se enoja por nuestras
faltas o equivocaciones, ¿qué caso tendría habernos regalado el libre albedrio?
simplemente tenemos que pedir perdón conscientemente, porque ningún padre seria
capaz de condenar a sus hijos al infierno por sus errores. Nosotros mismos nos
ponemos los castigos, creamos nuestras propias enfermedades, y nos condenamos. En
el subconsciente se registra una culpabilidad que en un futuro tendrá que ser
pagada, y es cuando mas adelante la sufrimos de diferentes maneras. Al final de
la ceremonia el nuevo pastor desapareció misteriosamente, y desde entonces el
pueblo vivió con una diferente forma de ver la vida.
El Ángel Nitika, visito un hospital donde había
mucha tristeza, y en una de las habitaciones donde entro sin ser visto,
encontró a una madre desconsolada después de haber perdido a su pequeño de tan
solo de tres años en un accidente. Ella lloraba inconsolablemente en los brazos
de su esposo. Esa noche en un sueño el ángel Nitika se presentó a la madre doliente
y le dio el siguiente mensaje:
“La muerte no existe, simplemente es el cambio
de un estado de vida a otro estado diferente de vida, es el regreso al paraíso celestial
donde todo es dicha, en donde no se conoce la tristeza ni la enfermedad. Tu
hijo solo debía vivir tres años y
cumplir en ese lapso con su misión en esta
vida; su tarea era poner a prueba la relación con tu esposo, para
fortalecer los lazos de unión entre ustedes dos. Con el tiempo, si ustedes desean
nuevamente la venida de otro bebé, ya no por un descuido, o porque tus padres
exigían un nieto para tener simplemente un heredero, o para poder ser aceptados
en un círculo donde tus amistades tienen hijos, sino por amor verdadero, desearlo
profundamente con amor, entonces el que fue tu hijo de tres años, nuevamente
regresará a ti, una nueva concepción en
tu vientre, regresará como un nuevo
bebe, y tu amor multiplicado por mil, te bendecirá siendo la mejor madre del mundo.
El Ángel Elamiz, que era el ángel más alegre y
travieso, se fue a una universidad donde se presenciaban todo tipo de fiestas,
alborotos, y arbitrariedades e
injusticias por parte de un grupo de adolescentes que les encantaba atemorizar
a los más débiles.
El ángel Elamiz se presentó con un alumno de
primer ingreso, y en el primer día presencio el abuso de un grupo de muchachos que golpeaba a un joven
indefenso. Elamiz intervino y también recibió su respectiva dotación de golpes
que lo dejaron inconsciente hasta mandarlo a un hospital.
La noticia se corrió por toda la escuela, y
cuando algunos directivos y alumnos fueron al hospital a visitar a la víctima,
resultó que había desaparecido sin que
nadie supiera nada de él. Cada uno de los victimarios se sintió desconcertado y
preocupado por haber golpeado a un desconocido y más aún,
que se había esfumado como el
aire, se preguntaban si estaba vivo ó ya había muerto.
Después el ángel Elamiz se presentó con el mismo cuerpo del joven desaparecido, a
cada uno de sus agresores, observando como la vida les cobraba todas sus
fechorías, porque el que comete actos ilícitos, mal le va, porque el que roba,
engaña, golpea, será robado, engañado y golpeado por las leyes universales de
la justicia. Y todos los muchachos que participaron en la golpiza contra el
joven desconocido, fueron salvados y protegidos por el mismo joven desconocido, representado
por el ángel Elamiz que desaparecía como el aire. De esta forma inexplicable
los jóvenes cambiaron su forma de actuar, y ahora se les conoce como personas
bondadosas que ayudan a los más débiles, sembrando la paz, armonía y la
hermandad en su escuela y su comunidad.
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