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martes, 16 de diciembre de 2014

El INDIO PLUMA GRIS Y EL HOMBRE BLANCO DE CORAZÓN GRIS

Después de muchos años de paz entre los hombres blancos y las tribus de indios de las praderas estaba nuevamente en peligro. Un forastero con obscuras intenciones de avivar una nueva guerra robo un par de caballos salvajes pertenecientes a la tribu de indios. Y el mismo desconocido entraba a las granjas de los hombres blancos para robar sus granos. Todo mundo estaba desconcertado por  quien estaba realizando los atracos. Hasta que un grupo de indios, sin la autorización de sus jefes salieron a asaltar las granjas de los hombres blancos para conseguir granos, y mientras otro grupo de hombres blancos quisieron hacer justicia con sus propias manos y salieran a las praderas de los indios y robaron algunos caballos. Todo comenzó con juicios infundados, acusaciones sin pruebas, levantando calumnias, maldiciendo a los sospechosos, pidiendo justicia y venganza. Mientras los Jefes de la tribu pedían serenidad y calma, la mayoría de los indios enfurecidos pedía guerra. También en lo pueblos las autoridades habían perdido el control, pues en la mente de sus gentes pedía venganza. Y fue cuando apareció un desconocido, aparentando ser amigo, con la intención de ayudar proporcionando armas e incitando a la gente a pelear por lo justo y correcto, sin saber que estaban siendo presas fáciles de un auto destrucción.

Entre los rebaños de ovejas  inocentes e incrédulas, se esconden verdaderos lobos disfrazados de ovejas, con propósitos muy obscuros, sembrando discordia en las mentes, manipulando sus emociones para conducirlos al precipicio de su propia destrucción, sin saber que dentro de sus grupos estaban los verdaderos ladrones que todo el mundo buscaba. Y la única solución está en cada una de las personas, despertar, tomar consciencia, no seguir el juego que ellos quieren que juguemos, que es el del miedo, el pánico, el caos, de atacarnos unos contra otros; hay que dejar de escuchar sus noticias alarmantes y dedicarnos a llevar amor a nuestras familias y a todas las relaciones personales con las que nos relacionamos. Después despertar el ser espiritual que llevamos dentro para realizar el milagro de cambiar nuestro universo, la consciencia colectiva, y lleguemos todos juntos a cambiar nuestra realidad a un mundo mejor de forma pacífica y amorosa.

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