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martes, 16 de diciembre de 2014

MI GENIO INTERIOR

Todos tenemos un genio en nuestro interior, puede ser el descubridor de la cura contra el cáncer, un gran músico, poeta,  escritor, un gran político justo y verdadero, o un don nadie.
Nos pasamos toda una vida sin saber que existe una luz divina, un guerrero colosal, un mago, un genio, que se esconde en lo más profundo de nuestro ser, que se cubre con nuestra  ignorancia, entre nuestras insatisfacciones, lo ocultamos como si estuviéramos avergonzados de su existencia, lo desterramos y lo sumergimos entre nuestras inconformidades, y lo culpamos por nuestras enfermedades,  por nuestros fracasos, o  inseguridades.
Pero ese Genio ignorante de su papel, trata de hacer su trabajo, de la única forma que él sabe, aunque no se lo pidamos, y nos cumple todo lo que le solicitemos.  El genio siente y detecta la forma tan sincera que tenemos para expresamos,  con la energía y frecuencia que solicitamos nuestros más grandes o pequeños deseos  para cumplir  todas nuestras peticiones.

- “No valgo lo suficiente, no me alcanza el dinero, con este cambio de temperatura me enfermo, ese puesto no es para mí, yo nunca tendré un coche así, este trabajo no me gusta lo odio. Y el Genio responde: “Tus peticiones son órdenes para mí, seguirás odiando  tu trabajo”.
-Este tráfico me vuelve loco hasta causarme jaquecas. Y el genio responde: “Tus deseos son ordenes, y que así sea, enloquece”.
-Odio a mi suegra no la soporto, y envidio a mi cuñado por su coche nuevo.   “Que tus deseos se cumplan;  tu suegra te seguirá fastidiando y tu cuñado se comprara una nueva casa para que lo sigas envidiando  y  tus emociones  seguirán siendo negativas y continuarás viendo todo injusto y la vida en contra tuya.”
-¿Porque me pasa esto siempre a mí?, siempre estoy en medio de un accidente, un asalto, un pleito callejero, siempre batallo para encontrar un lugar en el estacionamiento, y cada vez que escojo una caja para pagar en el súper mercado, es la caja que se demora más. Todo me pasa, solo falta que pase un perro y me orine. Y el Genio contesta: “Tus peticiones son órdenes para mí”
-Me gustaría tener esa ropa, esos zapatos, ese reloj, comer en ese restaurante, pero son cosas muy costosas que  no están al alcance de mis posibilidades, algún día en el futuro posiblemente. Y esta es una expresión de escases, y en ese momento el Genio escucha nuestras plegarias, detectando la emoción, el sentimiento verdadero con  el  que nos expresamos,  y como un deseo solicitado,  el genio entiende que “Desear es sinónimo de añorar algo que no se tiene, y “ Querer es algo que se puede tener y amar”, el deseo podemos conservarlo  por la eternidad, desear  una cosa, desear algo,  simplemente se desvanecerá y nunca llegará, porque en nuestra mente aparece un deseo que es algo que pasa y se esfuma de nuestra mente y que nunca será realidad. En cambio querer   algo,  es atraerlo hacia nosotros, es conseguirlo y ordenar al genio “quiero tener eso” y que se cumpla.
Resulta ser que somos el primer obstáculo para que se cumplan nuestras peticiones, ponemos nuestras propias barreras, nuestro genio no sabe de marcas de ropa, o si el reloj es auténtico, o si el coche es austero, de lujo o último modelo, el genio sabe únicamente que todo coche tiene cuatro llantas. El genio se confunde muchas veces con la forma que nos expresamos para pedir las cosas, las palabras que utilizamos no son tan precisas, claras y contundentes. Si yo no sé exactamente lo que quiero, menos mi Genio, si hoy quiero una marca  de zapatos y mañana quiero otro tipo, entonces el Genio se enfadara y no dará nada. Y cansado de estar adivinando lo que pedimos con palabras huecas, sordas y cambiantes, ahora escucha más a nuestras emociones y las imágenes que se forman en nuestros pensamientos. Por lo tanto hay que tener mucho cuidado en lo que estamos pidiendo y sintiendo, como dice un antiguo proverbio chino: “Ten cuidado con lo que pides, no vaya ser que se te cumpla”
Si yo digo que quiero a mi suegra, y mis emociones son de rabia, y en mi mente tengo imágenes de ver a mi suegra con una soga en el cuello en el fondo del mar, el  Genio detectara que no existe coherencia en lo que pedimos con palabras y lo que está sintiendo el corazón, y hay que tener mucho cuidado porque los sentimientos tienen más fuerza que las palabras.  Si yo quiero tener  un novio(a), lo pido con las palabras más hermosas, y mis sentimientos son sinceros  hasta el grado de estar enamorado, y recreo en mi mente imágenes hermosas en compañía de la persona amada, el Genio no puede interferir en la mente de la persona amada, ni obligar a otro corazón a sentir el mismo amor, cada quien tiene un libre albedrio para elegir a su persona amada, pero si puede  brindarte ayuda, creando encuentros casuales por los lugares que frecuentas, coincidencias, afinidades, conexiones espontáneas como miradas cruzadas, o muy traviesamente poniendo imágenes tuyas en sus pensamientos y sueños.
Lo importante es ser coherente con lo que pedimos, si yo quiero azul,  pido con palabras que quiero azul, y mis emociones son de querer el azul, y en mis imágenes mentales quiero el azul, y mis acciones son azules, nunca pedir desde la carencia o desde la necesidad por que la emoción más fuerte es la de no tener. Por ejemplo cuando me comprometo a dejar de fumar, mis emociones pueden ser de duda, tentación y sacrificio, o mis emociones pueden ser de amor por mi salud, y mis imágenes pueden ser de ver una cajetilla nueva o de verme como una persona nueva. El genio para estar más asertivo se basa más en las emociones, que es el lenguaje del alma y sabe que el corazón nunca mentira.  Si mi plegaria está llena  de sentimientos de escases, emociones de frustración por tener aquello que no tengo, entonces el genio te dará más necesidad para reafirmar aquello que estas sintiendo. Mas sin en cambio lo pides con mucha fe, no nada más desde el ego que se apodera de la mente irracional, sino desde el corazón  imaginando que ya lo tienes o que está a punto de llegar, con mucho agradecimiento, con alegría, felicidad, con mucho amor, entonces el genio sabrá sin temor a equivocarse y te lo concederá.  Tendremos que sincerarnos de corazón, y sentir lo que expresamos, y en verdad créelo, porque el Genio puede detectar que estamos mintiendo y no cumplir lo que solicitamos, creer que los milagros se cumplen, es creer en lo que no conocemos, en lo que no vemos, en lo que no tocamos, pero sentir que es verdad y que existe como el amor. Pedir  a nuestro Genio, con fe, con constancia, en presente y afirmativo, con agradecimiento, sentirlo, amarlo, y sabiendo que es un bien para mí, también para la gente que me rodea, y que mi bien no afectara al bienestar  de otras personas, en donde todos ganan y nadie pierde, entonces será cumplido.



F I N.

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