Todos tenemos un
genio en nuestro interior, puede ser el descubridor de la cura contra el
cáncer, un gran músico, poeta, escritor,
un gran político justo y verdadero, o un don nadie.
Nos pasamos toda
una vida sin saber que existe una luz divina, un guerrero colosal, un mago, un
genio, que se esconde en lo más profundo de nuestro ser, que se cubre con
nuestra ignorancia, entre nuestras
insatisfacciones, lo ocultamos como si estuviéramos avergonzados de su
existencia, lo desterramos y lo sumergimos entre nuestras inconformidades, y lo
culpamos por nuestras enfermedades, por
nuestros fracasos, o inseguridades.
Pero ese Genio
ignorante de su papel, trata de hacer su trabajo, de la única forma que él
sabe, aunque no se lo pidamos, y nos cumple todo lo que le solicitemos. El genio siente y detecta la forma tan
sincera que tenemos para expresamos, con
la energía y frecuencia que solicitamos nuestros más grandes o pequeños
deseos para cumplir todas nuestras peticiones.
-
“No valgo lo suficiente, no me alcanza el
dinero, con este cambio de temperatura me enfermo, ese puesto no es para mí, yo
nunca tendré un coche así, este trabajo no me gusta lo odio. Y el Genio
responde: “Tus peticiones son órdenes para mí, seguirás odiando tu trabajo”.
-Este tráfico me
vuelve loco hasta causarme jaquecas. Y el genio responde: “Tus deseos son
ordenes, y que así sea, enloquece”.
-Odio a mi
suegra no la soporto, y envidio a mi cuñado por su coche nuevo. “Que tus deseos se cumplan; tu suegra te seguirá fastidiando y tu cuñado
se comprara una nueva casa para que lo sigas envidiando y tus
emociones seguirán siendo negativas y
continuarás viendo todo injusto y la vida en contra tuya.”
-¿Porque me pasa
esto siempre a mí?, siempre estoy en medio de un accidente, un asalto, un
pleito callejero, siempre batallo para encontrar un lugar en el
estacionamiento, y cada vez que escojo una caja para pagar en el súper mercado,
es la caja que se demora más. Todo me pasa, solo falta que pase un perro y me
orine. Y el Genio contesta: “Tus peticiones son órdenes para mí”
-Me gustaría
tener esa ropa, esos zapatos, ese reloj, comer en ese restaurante, pero son
cosas muy costosas que no están al
alcance de mis posibilidades, algún día en el futuro posiblemente. Y esta es
una expresión de escases, y en ese momento el Genio escucha nuestras plegarias,
detectando la emoción, el sentimiento verdadero con el que
nos expresamos, y como un deseo
solicitado, el genio entiende que
“Desear es sinónimo de añorar algo que no se tiene, y “ Querer es algo que se
puede tener y amar”, el deseo podemos conservarlo por la eternidad, desear una cosa, desear algo, simplemente se desvanecerá y nunca llegará,
porque en nuestra mente aparece un deseo que es algo que pasa y se esfuma de
nuestra mente y que nunca será realidad. En cambio querer algo,
es atraerlo hacia nosotros, es conseguirlo y ordenar al genio “quiero
tener eso” y que se cumpla.
Resulta ser que
somos el primer obstáculo para que se cumplan nuestras peticiones, ponemos
nuestras propias barreras, nuestro genio no sabe de marcas de ropa, o si el
reloj es auténtico, o si el coche es austero, de lujo o último modelo, el genio
sabe únicamente que todo coche tiene cuatro llantas. El genio se confunde muchas
veces con la forma que nos expresamos para pedir las cosas, las palabras que
utilizamos no son tan precisas, claras y contundentes. Si yo no sé exactamente
lo que quiero, menos mi Genio, si hoy quiero una marca de zapatos y mañana quiero otro tipo, entonces
el Genio se enfadara y no dará nada. Y cansado de estar adivinando lo que
pedimos con palabras huecas, sordas y cambiantes, ahora escucha más a nuestras
emociones y las imágenes que se forman en nuestros pensamientos. Por lo tanto
hay que tener mucho cuidado en lo que estamos pidiendo y sintiendo, como dice
un antiguo proverbio chino: “Ten cuidado con lo que pides, no vaya ser que se
te cumpla”
Si yo digo que
quiero a mi suegra, y mis emociones son de rabia, y en mi mente tengo imágenes
de ver a mi suegra con una soga en el cuello en el fondo del mar, el Genio detectara que no existe coherencia en
lo que pedimos con palabras y lo que está sintiendo el corazón, y hay que tener
mucho cuidado porque los sentimientos tienen más fuerza que las palabras. Si yo quiero tener un novio(a), lo pido con las palabras más
hermosas, y mis sentimientos son sinceros
hasta el grado de estar enamorado, y recreo en mi mente imágenes
hermosas en compañía de la persona amada, el Genio no puede interferir en la
mente de la persona amada, ni obligar a otro corazón a sentir el mismo amor,
cada quien tiene un libre albedrio para elegir a su persona amada, pero si
puede brindarte ayuda, creando
encuentros casuales por los lugares que frecuentas, coincidencias, afinidades,
conexiones espontáneas como miradas cruzadas, o muy traviesamente poniendo
imágenes tuyas en sus pensamientos y sueños.
Lo importante es
ser coherente con lo que pedimos, si yo quiero azul, pido con palabras que quiero azul, y mis
emociones son de querer el azul, y en mis imágenes mentales quiero el azul, y
mis acciones son azules, nunca pedir desde la carencia o desde la necesidad por
que la emoción más fuerte es la de no tener. Por ejemplo cuando me comprometo a
dejar de fumar, mis emociones pueden ser de duda, tentación y sacrificio, o mis
emociones pueden ser de amor por mi salud, y mis imágenes pueden ser de ver una
cajetilla nueva o de verme como una persona nueva. El genio para estar más
asertivo se basa más en las emociones, que es el lenguaje del alma y sabe que
el corazón nunca mentira. Si mi plegaria
está llena de sentimientos de escases,
emociones de frustración por tener aquello que no tengo, entonces el genio te
dará más necesidad para reafirmar aquello que estas sintiendo. Mas sin en
cambio lo pides con mucha fe, no nada más desde el ego que se apodera de la
mente irracional, sino desde el corazón
imaginando que ya lo tienes o que está a punto de llegar, con mucho
agradecimiento, con alegría, felicidad, con mucho amor, entonces el genio sabrá
sin temor a equivocarse y te lo concederá.
Tendremos que sincerarnos de corazón, y sentir lo que expresamos, y en
verdad créelo, porque el Genio puede detectar que estamos mintiendo y no
cumplir lo que solicitamos, creer que los milagros se cumplen, es creer en lo
que no conocemos, en lo que no vemos, en lo que no tocamos, pero sentir que es
verdad y que existe como el amor. Pedir
a nuestro Genio, con fe, con constancia, en presente y afirmativo, con
agradecimiento, sentirlo, amarlo, y sabiendo que es un bien para mí, también
para la gente que me rodea, y que mi bien no afectara al bienestar de otras personas, en donde todos ganan y
nadie pierde, entonces será cumplido.
F I N.
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