Karla sabe que cometió muchos errores
irreparables contra su familia. José fue infiel a Mary. Janet fue
ultrajada por unos malhechores. Ricardo se involucró en muchos delitos y robos. Pedro privó de la vida
a mucha gente, y los padres de Fabián perdonaron a los delincuentes que
asesinaron a su hijo.
El
Perdón no es una tarea nada fácil para algunas victimas. El dolor puede ser muy
grande para algunas personas, tan grande como una montaña y tan eterno e
imposible de olvidarlo en toda una vida. Personas que sufrieron el mismo dolor podrían trabajarlo y perdonar en algún momento
de su vida, pero otras se llevarán sus odios hasta la tumba, sin saber que el
propósito de esta vida era perdonar y amar; ahora tendrán que repetir las
mismas enseñanzas en otra vida hasta entender el mensaje. Muchos podrán
aconsejar que el perdón es el camino, pero pocos saben del valor que se
requiere, nadie puede obligar a la gente a perdonar, ya que el perdón llega del
corazón, pidiendo fortaleza, anhelando templanza, es entonces cuando el corazón
cansado de rencores pide paz, reclamando el alma olvidar los años de sufrimiento y retomar
cualquier otro camino que no sea el sufrimiento, la venganza, el odio o la culpa que no conduce a nada.
El
hombre puede ser muy vulnerable y débil para perdonar y salir de su infierno cuando
está invadido de rencores, rabia y odio por un victimario que le quito parte
apreciable de su vida. Habrá personas que por sí solas salgan abantes y puedan
perdonar, pero para aquellas que no encuentran las fuerzas para perdonar, es
primordial que pidan ayuda al Dios todopoderoso, a la divinidad, a la Virgen
María, a sus Ángeles, al Universo, o a la divinidad interior que mora en cada
uno de nosotros.
Y
con el tiempo entenderán que somos seres de amor, seres divinos, que no solo somos
cuerpo, que hay una parte espiritual e invisible, inmortal, que lo sabe todo y
que mora en nuestro interior. Que hay un alma vieja que ha vivido miles de vidas y de
experiencias buenas y malas, que ha muerto de muchas formas, que ha sido
víctima y victimario, blanco o negro, de diferentes religiones, nacionalidades,
clases sociales, ha sido Rey, esclavo, vagabundo, obrero, un santo o un
bandido. Porque las leyes universales nos dicen que si yo miento seré engañado,
si yo robo seré robado, si yo doy felicidad seré amado, si yo mato, en la
siguiente vida seré asesinado, si en una vida fui un hombre abusador de la
mujer, para la siguiente vida seré una
mujer que sufrirá las mismas acciones, experimentando todas las infinitas
posibilidades en estas vidas terrenales para algún día perdonar todas las
ofensas y algún día proclamarnos como seres libres de toda culpa y alcanzar la
espiritualidad ascendiendo a un nivel de consciencia superior, que equivale a
una maestría superior. Y PARA SANAR AL
CUERPO, ALMA, Y MENTE HAY QUE REALIZAR LOS TRES PERDONES UNA Y OTRA VEZ HASTA
SER LIBRES.
-1er. Perdón: Perdonar a las personas que me ofendieron.
-2do. Perdón: Pedir Perdón a las personas que yo ofendí.
-3er. Perdón: Perdonarme a mí mismo, por juzgarme,
castigarme, por sentirme miserable y culpable de lo que hice o lo que no hice y
llenarme de Amor.
Después de sentirme culpable, pecador, poca cosa, porque no
tuve el valor para afrontar las consecuencias y aceptar que soy merecedor de un castigo por
mis actos, hoy me perdono porque me equivoqué, porque fui víctima de mi
ignorancia, de las circunstancias, porque comprendí que mi subconsciente estaba trabajando para darme todo aquello que
yo decretaba contra mí. Mi subconsciente es muy inteligente, no tiene ojos ni
sentido del humor, y se lo cree todo, no cuestiona nada simplemente ejecuta, y
me estaba atrayendo accidentes, enfermedades, y todo tipo de calamidades a mi
vida para pagar mis faltas por todo lo culpable que me sentía.
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