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domingo, 31 de agosto de 2014

LOS MENSAJEROS DE DIOS #1

En todo momento  el reino celestial estaba en  fiesta. Un grupo de ángeles pintaba un arco iris, otros se dedicaban a recolectar sus  plumas que se les iban cayendo al jugar,  para formar almohadas para sus peleas de risas. Otros formaban toboganes para deslizarse,  otros mas creaban pasteles de las mismas nubes, muñecos de nieve de las nubes frías,  y de las que estaban cargadas de lluvia, formaban ríos y chapoteaderos para continuar jugando. Todo era una gran fiesta de risas y cantos y  Dios se recreaba al ver tanta dicha en su reino celestial. Todos los ángeles  podían participar de los juegos, mientras estuvieran fuera de sus misiones, porque cada uno de ellos tenía tareas precisas que llevar acabo, y antes que todo estaban las obligaciones para un buen funcionamiento de la tierra como en el cielo.


De repente se escuchó sonar una campanita, era el llamado de Dios urgentemente que convocaba una reunión con todos los ángeles que estuvieran disponibles para la siguiente misión en la tierra:

-Dios: Mis más amados angelitos traviesos, recuerden que después de terminar sus juegos, de desordenar y esconder estrellas, de colorear el arcoíris, de formar figuras caprichosas con las nubes, como puentes colgantes, toboganes, columpios, albercas, hasta el último estadio que crearon para jugar el juego Quidditch de Harry Potter, en donde utilizaron muchas estrellas para la iluminación y miles de hadas con sus varitas mágicas ahuyentando a los dementores. Todo lo  tienen que poner en orden, regresar todo a su lugar, aquí no se permite el desorden, como lo existe en algunos hogares de la tierra, en donde los niños realizan el desorden y son los papas los que terminan recogiendo el desarreglo.

–Dios: Esta vez enviaremos nuevamente a un grupo de angelitos a la tierra, para recordarles  el camino de regreso al cielo a muchas personas que están perdidas entre sus conflictos, enfermedades y todo tipo de desventuras y cuando mueren no logran llegar a mi presencia, porque ellos siguen pensando que yo soy el que les envía dichos infortunios.

-Dios: Muchas personas dicen que yo me alejé de sus vidas, que no escucho sus plegarias, y no pueden  encontrarme en sus templos, ni en sus libros. Me buscan por todas partes y dicen que no logran hallarme, pues solo me buscan cuando tienen problemas  y me acusan de ser el responsable de todo lo malo que les sucede.

- Zafiel: Yo padre mío, a mí me encantaría estar en esa misión.

- Abel: Yo también padre mío, yo estoy dispuesto a dejar mis juegos para ir a la tierra.

- Nitika: Yo también padre mío, inclúyeme en esa hermosa tarea.

- Elamiz: Yo también padre mío, quiero ayudar a esas personas.

Y muchos otros ángeles también estuvieron dispuestos a dejar sus momentos de diversión en el cielo, para bajar a la tierra y afrontar la difícil tarea de mostrar el camino más fácil y placentero para encontrar a Dios. 


El ángel Zafiel, encontró a un hombre solitario que había perdido a su esposa por una  terrible enfermedad y a su hijo en una guerra, y  los últimos y amargos  años se había sumergido en una depresión muy profunda, cuestionando la existencia de Dios.
El ángel Zafiel se le presento como un vagabundo, y le pregunto cuál era el mejor camino hacia Dios. El hombre, triste le dijo que creyó en Dios cuando conoció a su esposa, cuando nació su hijo, y lo desconoció cuando se los llevo. Y el ángel Zafiel le contesto:
- El Creador es el todopoderoso, lleno  de  amor infinito por sus hijos, por amor te dio una esposa y un hijo, y cada quien tiene una misión y un tiempo que cumplir, su misión fue darte amor a ti, ahora ellos siguen viviendo en una familia celestial al lado de Dios, y tu actitud de mártir te aleja de la felicidad, del camino a Dios, y de algún día reunirte con tus seres amados, tienes que darte cuenta que la fuente mas grande de amor esta en tu interior, que Dios esta en ti, que el amor de sus seres amados sigue en tu corazón.

El Ángel Abel, llego a un pequeño pueblo, triste y frio. Poca gente caminaba al medio día por sus calles y en las tardes parecía un pueblo fantasma,  únicamente los días domingo en la mañana, era cuando la gente se veía feliz porque se reunían a escuchar la palabra de Dios en la pequeña iglesia. Ese domingo el ángel Abel asistió a la ceremonia dominical y escucho a un pastor que sufría de todo tipo de enfermedades, que repetía constantemente que Dios castiga a sus hijos por no cumplir sus mandamientos. El pastor era un hombre muy duro, exageradamente rígido, perfeccionista y estricto que se auto castigaba por cualquier mínima falta. Y también había trasmitido el mismo pensar a todo el pueblo. Para el siguiente domingo la enfermedad del pastor se agravo sin poder salir de la cama, entonces el ángel Abel se transformó en un pastor que iba de paso por el pueblo y al enterarse de la situación y con la iglesia llena de gente, tomo la palabra:
-Abel: Dios es amor incondicional, es alegría, es dicha, es la risa de los niños, es un buen saludo, es la armonía entre los vecinos, entre el empleado y el jefe. Por lo tanto, Dios no solamente está en los templos los domingos, Él está aquí, allá, es omnipresente, omnipotente, no conoce límites ni tiempo, porque es todopoderoso, Él está en nuestros corazones, y nosotros estamos en su corazón. Dios no se enoja por nuestras faltas o equivocaciones, ¿qué caso tendría habernos regalado el libre albedrio? simplemente tenemos que pedir perdón conscientemente, porque ningún padre seria capaz de condenar a sus hijos al infierno por sus errores. Nosotros mismos nos ponemos los castigos, creamos nuestras propias enfermedades, y nos condenamos. En el subconsciente se registra una culpabilidad que en un futuro tendrá que ser pagada, y es cuando mas adelante la sufrimos de diferentes maneras. Al final de la ceremonia el nuevo pastor desapareció misteriosamente, y desde entonces el pueblo vivió con una diferente forma de ver la vida.

El Ángel Nitika, visito un hospital donde había mucha tristeza, y en una de las habitaciones donde entro sin ser visto, encontró a una madre desconsolada después de haber perdido a su pequeño de tan solo de tres años en un accidente. Ella lloraba inconsolablemente en los brazos de su esposo. Esa noche en un sueño el ángel Nitika se presentó a la madre doliente y le dio el siguiente mensaje:
“La muerte no existe, simplemente es el cambio de un estado de vida a otro estado diferente  de vida, es el regreso al paraíso celestial donde todo es dicha, en donde no se conoce la tristeza ni la enfermedad. Tu hijo  solo debía vivir tres años y cumplir en ese lapso con su misión en esta  vida; su tarea era poner a prueba la relación con tu esposo, para fortalecer los lazos de unión entre ustedes dos. Con el tiempo, si ustedes desean nuevamente la venida de otro bebé, ya no por un descuido, o porque tus padres exigían un nieto para tener simplemente un heredero, o para poder ser aceptados en un círculo donde tus amistades tienen hijos, sino por amor verdadero, desearlo profundamente con amor, entonces el que fue tu hijo de tres años, nuevamente regresará a ti, una nueva concepción  en tu vientre, regresará  como un nuevo bebe, y tu amor multiplicado por mil, te bendecirá  siendo  la mejor madre del mundo.

El Ángel Elamiz, que era el ángel más alegre y travieso, se fue a una universidad donde se presenciaban todo tipo de fiestas, alborotos, y   arbitrariedades e injusticias por parte de un grupo de adolescentes que les encantaba atemorizar a los más débiles.
El ángel Elamiz se presentó con un alumno de primer ingreso, y en el primer día presencio el abuso de  un grupo de muchachos que golpeaba a un joven indefenso. Elamiz intervino y también recibió su respectiva dotación de golpes que lo dejaron inconsciente hasta mandarlo a un hospital.
La noticia se corrió por toda la escuela, y cuando algunos directivos y alumnos fueron al hospital a visitar a la víctima, resultó que había  desaparecido sin que nadie supiera nada de él. Cada uno de los victimarios se sintió desconcertado y preocupado por haber golpeado a un desconocido  y más aún,  que se  había esfumado como el aire, se preguntaban si estaba vivo ó ya había muerto.
Después el ángel Elamiz se presentó  con el mismo cuerpo del joven desaparecido, a cada uno de sus agresores, observando como la vida les cobraba todas sus fechorías, porque el que comete actos ilícitos, mal le va, porque el que roba, engaña, golpea, será robado, engañado y golpeado por las leyes universales de la justicia. Y todos los muchachos que participaron en la golpiza contra el joven desconocido, fueron salvados y protegidos  por el mismo joven desconocido, representado por el ángel Elamiz que desaparecía como el aire. De esta forma inexplicable los jóvenes cambiaron su forma de actuar, y ahora se les conoce como personas bondadosas que ayudan a los más débiles, sembrando la paz, armonía y la hermandad en su escuela y su comunidad.

F I N. 

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