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miércoles, 10 de diciembre de 2014

EL ARTE DE PERMITIR

Yo soy un permitidor, yo soy lo que quiero ser, y estoy dispuesto a dejar que los demás sean lo que quieran ser.  Hay un derecho universal que nos permite disfrutar de su grandeza llamada libertad, que nos da la facultad primordial de ejercer a nuestro juicio y elegir entre lo bueno o lo malo. Cada quien goza de un “Libre Albedrio” para escoger lo que es más conveniente para cada quien. Yo escojo el bien, y habrá gente que esté experimentando el mal, el error, la ignorancia, la delincuencia, el engaño ó  el infierno en sus vidas. Yo decido tomar  el camino correcto y otros tomarán el camino en sentido opuesto. Si yo respeto el camino que esa gente quiera tomar  haciendo   lo que quiera hacer y no emito ningún juicio,   nunca  se cruzará   en mi camino porque yo tomé  la dirección opuesta, sin embargo  como   ese victimario necesita a una  víctima,  por las leyes divinas de causa efecto se comprenderá que son dos personas que escogieron el mismo camino y algún día se encontrarán para rendir cuentas pendientes del pasado, porque todo en esta vida se paga por ley divina. 
Un permitidor hace lo que quiere hacer por voluntad propia, y deja que los demás hagan de sus vidas lo que les plazca. Yo  soy lo que quiero ser, lo que más amo en la vida. Ninguna amenaza me desviará de lo que yo soy, porque también yo permito que las personas y las cosas sean como tienen que ser.

El arte de permitir, es el arte de vivir en forma pacífica, justa e inteligente, es dejar   que el mundo gire en su propio cause. Yo no me comparo con el que tiene más o con el que tiene menos, tampoco envidio,  crítico, ni cuestiono lo que tienen y hacen los demás,  porque cada quien tiene lo que se merece, en lo que más piensa, en lo que más habla o teme, aunque no lo quiera para su propia vida.

Nadie puede alterar mi paz, ni amenazar mi salud, ni afectar mi prosperidad, porque yo todo el tiempo estoy enfocado en la bienaventuranza de una vida de dicha y felicidad. Habrá gente que hable de problemas, yo hablo de soluciones, de salud, del amor; habrá gente que hable de enfermedades, de crisis, de desempleo y los tendrá;  gente que hable de la criminalidad y  de desgracias  vivirá amenazada todo el tiempo, magnetizando eventos trágicos, invitando a entrar  a su vida las cosas en que más se enfoca, malgastando su energía para atraer cosas negativas. Si yo  creo que la vida es maravillosa,  el Universo se encargará  de que así sea para mí, y para la gente que me rodea. Yo no soy egoísta al negar que hay un mundo caótico, pero si todos cambiáramos la forma de ver la vida, la vida cambiaria. Yo no puedo cambiar al mundo desde mis temores, maldiciones, críticas ó juicios, pero sí puedo cambiar mi mundo interior, automáticamente  mi mundo exterior cambiara,  y si todo el  mundo cambiara desde su interior, cambiaríamos la conciencia colectiva del mundo, a un mundo mejor desde el Amor.

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