Desde
hace miles de años, el Corazón había perdido su reino, tomando el Cerebro el control total del cuerpo, por lo que el corazón
pasó a ser un esclavo que trabajaría a marchas forzadas hasta el último
momento de su vida, y estaría escondido entre los barrotes de las costillas,
realizando la labor más extenuante, agotadora y demandante del cuerpo humano. El
requerimiento de energía era incalculable para poder mantener a todos los
órganos, músculos, tejidos, células
etc., con oxígeno y nutrientes, para lo cual el Corazón tenía que realizar
hasta 100 mil latidos en un día normal, y cuando era sometido a estrés o
amenazas podría duplicar sus latidos. El corazón tiene que bombear hasta 40
barriles de sangre al día, y con la fuerza increíble para lanzar a través de
sus ventrículos 6 millones de glóbulos rojos saturados de oxígeno, 100 mil
glóbulos blancos, y 6 millones de plaquetas por gota de sangre. Más de la mitad
de la sangre está formada del plasma líquido, un porcentaje alto de agua con
sales, proteínas; el plasma transporta
Colesterol, bueno y malo, también hormonas que circulan de un lado a otro como
mensajeros; las hormonas controlan muchos procesos importantes, por lo cual la
sangre tiene que circular por 120,000 kilómetros de largo de vasos sanguíneos y
venas, pudiendo dar dos vueltas a la tierra, y llegar a cada célula del cuerpo que
está cerca de un vaso capilar para recibir nutrientes.
Pero
en la batalla de la vida, existen muchos enemigos del Corazón que quieren
acabar con él, pero muchos han fracasado porque el Corazón cuenta con un súper
sistema de regeneración de sus componentes, su propio sistema de marca pasos,
que es una batería eléctrica que regula su frecuencia, una fuente inagotable de
glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma que le proporciona
nutrientes. También el propio corazón guarda importantes secretos que lo
mantenían siempre fuerte, vigoroso, feliz y vulnerable, incapaz de deprimirse
por el encierro que estaba sufriendo. Nadie sabía que contaba con sus propias
neuronas que lo hace un órgano pensante que toma muchas decisiones, y en cada
palpitación energéticamente genera un campo electromagnético a través del mismo
cuerpo, y este campo magnético inteligente puede conectarse con el campo
magnético de la tierra. Una capacidad increíble de saber con anticipación las
decisiones erróneas que va a tomar el cerebro, porque tiene el don de predecir
muchos acontecimientos mediante sus corazonadas, que no son otra cosa que el
poder de conectar su campo magnético con el campo magnético del universo.
El
Cerebro se consideraba el órgano más inteligente del reinado del Cuerpo, porque
poseía 100 millones de neuronas y cada neurona podía conectarse con cien mil
neuronas más, y crear billones de conexiones sinápticas, que en verdad nunca
utilizaba. El Cerebro siempre pensó que el Corazón se podía remplazar por otro,
o sustituirlo por uno artificial, mientras que el Cerebro nadie hasta la fecha
ha podido trasplantarlo por otro igual,
porque se considera una maravillosa computadora que el hombre nunca podría
igualar.
A
cada momento el Cerebro se sentía amenazado por que reconocía que el Corazón en
cualquier momento podría reclamar su trono, como el rey supremo del cuerpo
humano.
-CEREBRO:
YO soy el órgano más inteligente por sus millones de neuronas, con la capacidad
de almacenar millones de recuerdos, la capacidad de controlar a mi voluntad
todos los órganos, músculos, y partes del cuerpo. Yo decido cuando alimentarme,
y qué comer, si quiero ver o no ver, si quiero caminar, correr, o descansar, si
quiero escuchar, oler, o tocar lo que más me agrade.
-CEREBRO:
YO tengo el grandísimo poder de controlar los Pensamientos, las Emociones, y
todas las Acciones que yo decida hacer o no. Yo decido en que momento requiero
más energía, oxígeno y sangre para alguna parte en especial del cuerpo, y hacer
trabajar más al Corazón.
-CEREBRO:
Para mí es un juego de niños, ordenarle a este Cuerpo tan torpe comer carnes
ricas en grasas, tomar todo tipo de bebidas azucaradas, fumar todo tipo de
venenos tóxicos, y aun sabiendo el mismo Cuerpo que un veneno mortal, no se
opone a mis decisiones.
-HIGADO: Yo tengo más de 500 funciones y soy conocido como el Laboratorio del Cuerpo Humano.
Estoy ligado a todos los procesos
corporales porque soy responsable de la
filtración de todos los alimentos y líquidos entrantes, para eliminar las
toxinas para que los nutrientes suministrados al cuerpo se purifiquen y puedan
proporcionar sus beneficios. Metabolizo
las proteínas, grasas e hidratos de carbono, lo que proporciona energía y
nutrientes. Almaceno vitaminas, minerales y azúcares. Filtro la sangre y ayudo
a eliminar las bacterias y sustancias químicas nocivas. Creo la bilis que
descompone las grasas. Creo colesterol y estrógenos, y reconstruyo hormonas. Yo produzco
suficiente colesterol bueno de forma natural para la creación de células nuevas
y hormonas para el buen funcionamiento
del organismo.
-RIÑONES: Somos
avanzadas máquinas de reprocesamiento, ya que retiramos el exceso de agua y las toxinas
que resultan del metabolismo del cuerpo humano, permitiendo la
eliminación de este filtrado en forma de orina. En tal sentido funcionamos como verdaderos filtros selectivos depuradores
de la sangre. Moderamos el balance de ácidos evitando su excesiva acumulación
en el organismo. Cumplimos un rol importante en la regulación de la presión
sanguínea y en la producción de hormonas tales como la eritropoyetina, que
controla la producción en la médula ósea de glóbulos rojos. Regulamos la
cantidad de calcio en sangre y la producción de Vitamina D necesaria para la
mineralización y fortalecimiento de los huesos. Cada día, los riñones de una
persona procesan aproximadamente 190 litros de sangre para eliminar alrededor
de 2 litros de productos de desecho y agua en exceso.
-CORAZÓN: Yo soy su humilde servidor que
trabaja para todos ustedes proporcionándoles oxígeno y nutrientes para sus
células, no me importa ser un esclavo para el cerebro; Yo soy un músculo más
del cuerpo humano; todos somos uno con
el cuerpo. También sé que Yo soy el
símbolo del Amor, y que así como yo me amo, también amo a todas las partes del Cuerpo Humano incondicionalmente. Soy un musculo pequeño del
tamaño del puño de la mano, pero soy la conexión con el corazón de la gente que
más amo, con el corazón de creador, mi campo energético es mil veces más potente que el del cerebro, y
puedo conectarme al campo magnético del planta, atrayendo a mí todo lo mejor y
mas bueno para mi ser, puedo influir para que en mi entorno externo afluya la energía
abundante, prospera, feliz, saludable, conocida como la energía magnética llamada
amor, que sana y atrae toda lo dicha para mi interior y para mi exterior.
F i n.
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