Decreto
#1
Mis palabras
tienen el poder de iluminar cualquier camino. Mis palabras tienen el poder de
sanar, de enamorar, de trascender hasta ámbitos superiores donde crean un
bienestar en mi vida y en la gente que me rodea. Mis palabras son semillas de amor, respeto, bondad, generosidad honestidad
y prudencia. Mi palabra es bendecida cuando se conjuga en verbo presente y
futuro próspero, cuando la acompañan mis sentimientos sublimes de bienestar,
cuando mis palabras salen del corazón y convencen la razón de la mente. Mi
palabra es bendecida y aprobada por el universo cuando sintoniza con la
frecuencia del amor, con el canal de la felicidad
Decreto
#2
Mi vida presente
me envuelve una y otra vez en momentos amorosos
y felices; mis sueños despiertan
a una maravillosa realidad, porque mi fe
se multiplica por las cosas que me traen
bienestar y puedo compartir con
las personas que más amo. Mi existencia se torna más abundante y próspera
porque tengo un manantial de pensamientos positivos, mucho agradecimiento en mi corazón y bendiciones de mi Dios. Siento un amor
profundo por todas las creaciones del universo, que inspiran mi imaginación de lo que quiero ser,
tener, y disfrutar con las personas a mí alrededor. Me regocijo al saber que
soy el hijo amado del Todopoderoso, quien
me acompaña a cada paso que doy, Él es mi pastor nada me faltara, su voluntad es mi voluntad, su templo es mi
corazón.
Decreto
#3
Yo tengo el
control total de mis pensamientos y emociones.
Mi inteligencia me hace trabajar en armonía con mi mente y corazón con
un solo propósito, el que me permite vivir en un estado de bienestar
permanente. Mi mente filtra únicamente pensamientos que hacen palpitar de
júbilo y gozo mi corazón, y éste inmediatamente
bombea alegría a todas partes de
mi cuerpo. Cuando llega un pensamiento
negativo a mi mente, inmediatamente con un chasquido de mis dedos le ordeno
desaparecer, y al instante lo remplazo por un pensamiento hermoso que me llene
de felicidad, que mi corazón agradece
porque lo alimento únicamente con pensamientos que le hacen sentir que la vida
es maravillosa a cada instante.
Decreto #10
“Yo Soy el camino y la vida. No
hagas a tu hermano, lo que no quisieras que hicieran contigo”. Estas son las
premisas máximas de la Ley de Dios, para alcanzar la libertad. Yo amo al padre
por sobre todas las cosas. Yo amo al prójimo como a mí mismo. Yo amo a los unos
como a los otros. Mi padre es mi pastor nada me faltara. Yo veo en cada uno de
mis hermanos a mí mismo, mi propia
sangre, por eso lo bendigo y lo amo, y por la Ley Divina, recibo el mismo
trato. . Yo soy hijo del
Dios Altísimo, soy su heredero,
su continuidad, su obra más maravillosa de toda la creación, con la
capacidad de caer y levantarme, de perder y ganar, de errar y acertar, y después pedir perdón
concediéndome la entrada al paraíso celestial.
Decreto # 11
Yo deje de amar las cosas
materiales que me daban una felicidad disfrazada, deje de alimentar el barril
sin fondo de los deseos vanos, abandone
el egoísmo humano que le daba todo el crédito y valor a las cosas materiales y
pasajeras. Hoy atesoro el aire de paz, el aire de salud, el aire de éxito, el
aire de bienestar, el aire de amor, que llena mis pulmones de vida. Yo atesoro
las cosas invisibles para el cuerpo, pero visibles para el alma, como la
felicidad, la amistad, la honestidad, la generosidad, la bondad, la solidaridad
y el agradecimiento por la
maravillosa presencia de Dios y
de mis ángeles que me guían por el camino del bien.
Decreto # 12
Mis pasiones y motivos salen al
encuentro en mi vida, pues aquello que más me gusta está en mí interior. Mi
alma busca como expresar mis talentos que nadie más tiene, solo yo; mis sueños
son tan constantes y claros, que solo basta con
tomar la decisión de empezar para
que mi espíritu se llene de agradecimiento por permitirle ser lo que en verdad
ama, lo que vino a este cuerpo hacer. Mi
pasión me llama a luchar por lo que quiero hacer; mi perseverancia hace
compromiso con mi pasión, mi fidelidad se entrega en cuerpo y alma a mis
razones, y mi lealtad se une a mis
convicciones.
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