¿Qué
es el amor? poetas, escritores, filósofos, religiosos, científicos y enamorados,
podrían tener sus propias definiciones, pero todos llegarían a la misma conclusión: es una atracción
misteriosa que mueve al mundo. El amor es una fuerza invisible, pero muy activa
como la atracción que envuelve a la tierra, como el aroma o la música en el
aire, que no se puede ver pero es tan real que se experimenta con todos los
sentidos del cuerpo humano. Es mucho más que el sentimiento amoroso entre las
personas o cosas, no solamente es un sentimiento limitado y débil, es toda la
fuerza positiva creadora de todo lo bueno de la vida, como la ley de la
gravedad que sin ella no podríamos existir, que no la vemos, que no sabemos
cómo funciona pero que rige nuestras vidas.
Si no fuera por el amor de la ley de gravedad saldríamos disparados hacia el espacio exterior, no habría fuerza para contener los mares, ni magnetismo para poder poner los pies en tierra firme, ni tampoco millones de átomos se unirían para formar las células, ni para formar plantas, animales, ni cuerpos humanos. La ley de gravedad, como la ley de la atracción, es la misma ley del Amor, es esa fuerza inteligente que nos mantiene unidos a nuestro planeta, en nuestro país, con nuestra gente, con nuestras familias, parejas, amigos, a nuestro deporte favorito, a nuestra comida preferida, a la música que nos hace bailar; esa fuerza sublime y encantadora que nos hace reír, llorar, la que nos enamora, que hace que las flores atraigan a los insectos para polinizar, es el mismo amor que tienen los animales para reproducirse, para cuidarse, para agruparse en manadas, para amamantar y proteger a sus crías; si no existiera la fuerza del amor dejaría de existir la vida en la tierra.
Si no fuera por el amor de la ley de gravedad saldríamos disparados hacia el espacio exterior, no habría fuerza para contener los mares, ni magnetismo para poder poner los pies en tierra firme, ni tampoco millones de átomos se unirían para formar las células, ni para formar plantas, animales, ni cuerpos humanos. La ley de gravedad, como la ley de la atracción, es la misma ley del Amor, es esa fuerza inteligente que nos mantiene unidos a nuestro planeta, en nuestro país, con nuestra gente, con nuestras familias, parejas, amigos, a nuestro deporte favorito, a nuestra comida preferida, a la música que nos hace bailar; esa fuerza sublime y encantadora que nos hace reír, llorar, la que nos enamora, que hace que las flores atraigan a los insectos para polinizar, es el mismo amor que tienen los animales para reproducirse, para cuidarse, para agruparse en manadas, para amamantar y proteger a sus crías; si no existiera la fuerza del amor dejaría de existir la vida en la tierra.
Somos
la causa viviente del amor, nacimos de la fuente creadora del amor, nuestra
esencia es el amor. ¿En qué parte perdimos nuestra esencia, nuestra energía
amorosa?, ¿Cuándo fue que perdimos el contacto con la fuente de amor del
universo, que es el mismísimo corazón de Dios? Pues que yo sepa, el universo
nos sigue amando porque continúa regalándonos
oxígeno para respirar, agua para beber, el planeta nos sigue dando alimentos
para subsistir, y muchos hermanos de sangre a quien amar, esto quiere decir que
seguimos estando en la misma fuente creadora del universo, seguimos sujetos a
la ley de la gravedad, a la ley del magnetismo, a la ley de la atracción que es
la misma que la ley del amor.
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