Cuando Dios puso al hombre
sobre la faz de la tierra, vivía solo en el paraíso, su creación era perfecta,
sublime y majestuosa, un ser andrógino independiente, sin defecto alguno,
y con una capacidad superior para amar y
compartir, y vivía en un paraíso rodeado de un reino vegetal y animal, en
compañía de Dios, de Ángeles y muchos seres celestiales, pero con el tiempo su
excesiva capacidad de amar se desbordaba;
amaba a todo ser viviente , se amaba así mismo hasta experimentar vanidad y
soberbia, ¿Cómo equilibrar el exceso de amor?
Y Dios lo miró y decidió tomar una de sus costillas para
formar para él una compañera, y como era
un ser andrógino, separo la parte femenina de la masculina para dar vida a su pareja, y Dios le dijo: “He aquí la otra
parte de ti, serás un ser incompleto, vivirás buscando a tu otra mitad, podrás
vivir solo, incompleto, vacío, desdichado, pero tu misión es encontrar tu
complemento, tu otra costilla, y la amarás, la respetarás, la comprenderás, no
trates de cambiarla y hacerla a tu modo porque es tu complemento, simplemente
amala no trates de entenderla, mucho menos cambiarla, si quieres que
cambie, cambia tu primero para que automáticamente cambie ella, no quieras
someterla, obligarla, si la quieres cambiar a la fuerza la puedes perder, trabaja para que los dos se conozcan, se
adapten, se respeten se amen y vuelvan a ser uno . Dichoso el que encuentre su
costilla perdida porque al fin serán un
solo ser completo y divino”
Y por lo tanto la mujer es
parte del hombre, y el hombre estará ligado a la mujer por la eternidad. Un
hombre no es hombre sin su mujer, porque
el poeta no es poeta sin la poesía que inspira la mujer. El pintor no es pintor
sin su pincel, sin sus pinturas, ni
colores, sin la mujer que lo inspire. El escultor no es nada sin su cincel, ni
su marro, ni sin su mujer que lo inspire. El
músico no es nadie sin sus partituras, un agricultor no es nadie sin sus
tierras. Si un hombre no venera y
bendice a su madre, esposa, hermanas, e
hijas, nunca fue un buen hijo, nunca será un buen esposo, nunca será un
buen padre, no aprecia la belleza, no aprecia la poesía, la música, la pintura,
la escultura, la naturaleza, porque todas estas bellezas están inspiradas en la
existencia de la mujer.
SI UN HOMBRE NO VE A LA MUJER COMO LA POESIA, LA
MUSICA, LA ESCULTURA, LA PRIMAVERA, LA FLOR, ES QUE ESE HOMBRE NO
FUE CAPAZ DE DAR SU COSTILLA, Y QUE NUNCA PODRA COMPARTIR NADA DE LO QUE TIENE, Y TAMPOCO PODRA RECIBIR
NADA DE LA MUJER.
FIN.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario