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sábado, 19 de julio de 2014

EL HOMBRE CEDIO SU COSTILLA, PARA DAR LA FORMA A LA MUJER

Cuando Dios puso al hombre sobre la faz de la tierra, vivía solo en el paraíso, su creación era perfecta, sublime y majestuosa, un ser andrógino independiente, sin defecto alguno, y  con una capacidad superior para amar y compartir, y vivía en un paraíso rodeado de un reino vegetal y animal, en compañía de Dios, de Ángeles y muchos seres celestiales, pero con el tiempo su excesiva capacidad de amar se desbordaba;  amaba a todo ser viviente , se amaba así mismo  hasta experimentar  vanidad y  soberbia, ¿Cómo equilibrar el exceso de amor?
Y Dios lo miró  y decidió tomar una de sus costillas para formar para él  una compañera, y como era un ser andrógino, separo la parte femenina de la masculina para dar vida  a su pareja, y Dios le dijo: “He aquí la otra parte de ti, serás un ser incompleto, vivirás buscando a tu otra mitad, podrás vivir solo, incompleto, vacío, desdichado, pero tu misión es encontrar tu complemento, tu otra costilla, y la amarás, la respetarás, la comprenderás, no trates de cambiarla y hacerla a tu modo porque es tu complemento,  simplemente  amala no trates de entenderla, mucho menos cambiarla, si quieres que cambie, cambia tu primero para que automáticamente cambie ella, no quieras someterla, obligarla, si la quieres cambiar a la fuerza la puedes perder,  trabaja para que los dos se conozcan, se adapten, se respeten se amen y vuelvan a ser uno . Dichoso el que encuentre su costilla perdida porque al fin serán  un solo ser completo y divino”

Y por lo tanto la mujer es parte del hombre, y el hombre estará ligado a la mujer por la eternidad. Un hombre no es hombre sin su mujer,  porque el poeta no es poeta sin la poesía que inspira la mujer. El pintor no es pintor sin su pincel,  sin sus pinturas, ni colores, sin la mujer que lo inspire. El escultor no es nada sin su cincel, ni su marro, ni sin su mujer que lo inspire. El  músico no es nadie sin sus partituras, un agricultor no es nadie sin sus tierras.  Si un hombre no venera y bendice a su madre, esposa, hermanas, e  hijas, nunca fue un buen hijo, nunca será un buen esposo, nunca será un buen padre, no aprecia la belleza, no aprecia la poesía, la música, la pintura, la escultura, la naturaleza, porque todas estas bellezas están inspiradas en la existencia de la mujer.

 

SI UN HOMBRE NO VE A LA MUJER COMO LA POESIA, LA MUSICA,  LA ESCULTURA,  LA PRIMAVERA, LA FLOR, ES QUE ESE HOMBRE NO FUE CAPAZ DE DAR SU COSTILLA, Y QUE NUNCA PODRA COMPARTIR  NADA DE LO QUE TIENE, Y TAMPOCO PODRA RECIBIR NADA DE LA MUJER.



FIN.

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