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viernes, 18 de julio de 2014

LA CARRERA DE LA LIEBRE Y LA MARMOTA



Cuento que el Niño Cuenta a sus Padres antes de irse a Dormir


LA CARRERA DE LA LIEBRE Y LA MARMOTA

El bosque había dejado atrás sus últimos amaneceres fríos, dejando pasar nuevos rayos de sol primaveral. De los  árboles empezaban a brotar nuevas hojas, mientras muchas plantas abrían sus primeros botones en la víspera del equinoccio de primavera.
Algunas marmotas, mapaches, liebres, topos, osos zorros, venados, lobos y otros animales más salían para dar la bienvenida a la primavera, mientras que los osos salían de su hibernación, y  las aves e insectos habían dejado sus nidos y  capullos  para poder estrenar sus alas en la época más bella del año. En todo el bosque se respiraba aire fresco de vida nueva, el paisaje multicolor invitaba a pasear por sus prados verdes tapizados de flores perfumadas.
Muchos animales de todos tamaños corrían por los pastizales, unos brincaban entre los árboles, otros volaban y cantaban sobre los árboles. Era una gran fiesta anunciando la llegada de la primavera, y convocando a la gran carrera a campo traviesa que se llevaba a cabo cada año.
Todos los animales comentaban sobre el gran evento, muchos se reunían para entrenar jugando y  realizar todo tipo de ejercicios que les permitiría  pasar momentos muy divertidos entre risas y esparcimiento para la carrera. Los osos entrenaban con los lobos, zorros y venados.  Los changos  y los coalas subían y bajaban de los árboles al medio día queriendo romper su record. Los  armadillos, topos,  marmotas, tejones, y mapaches corrían despavoridos ante el asombro de los osos, quienes ignoraban que corrían tan rápido como podían debido a que  se sentían amenazados por la orina  mal oliente que lanzaba el zorrillo quien disfrutaba de la carrera, muerto de risa.
Todos los animales entrenaban de forma muy amena, eran solo juegos divertidos donde ejercitaban sus risas y su alegría  en equipo, no importaba quien ganara ni quien perdiera, el único objetivo era pasar momentos muy felices. El único animal solitario que realmente se entrenaba a conciencia y de forma muy estricta era la liebre, el animal que había ganado todas las carreras cada año sin excepción.
Un día mientras todos los animales jugaban juntos, la liebre corría atravesando todo el bosque hasta llegar a lo más alto del monte, y regresaba en unos cuantos minutos sin mostrar fatiga y de pronto  se detuvo frente a todos los animales y les dijo:
-LIEBRE: Conejos lentos, por más que se entrenen nunca podrán ganarme. Ustedes son unos  perdedores incapaces de ganarme aunque les dé una hora de ventaja.
-MARMOTA: Desde este momento todos nosotros nos consideramos ganadores, porque disfrutamos todos los días  del año de la primavera,  de tal manera que el día de  la carrera será otro día más por disfrutar  de la competencia y ganaremos algo que tú nunca ganaras.
-LIEBRE: Todos los años les he regalado una hora de ventaja y aun así siempre gano. Ahora cambiaremos las reglas, ustedes escogerán a sus diez más veloces animales que participarán  uno a la vez alrededor del lago de un kilómetro de largo, será una carrera de relevos, cuando llegue uno a la meta, es cuando iniciara el siguiente hasta completar los diez animales. Mientras yo correré diez veces dándole la vuelta a toda la montaña que tiene diez kilómetros de largo, sumando un total de cien kilómetros yo solo.  El que llegue primero a completar sus diez vueltas será el ganador.
Y si fue como inicio la carrera, la liebre salió disparada hacia la primera vuelta a la montaña, mientras el lobo lo haría alrededor de lago, después lo seguiría la zorra, después el venado, el oso el armadillo, el topo, el mapache, el zorrillo, el chango y al final la marmota.
Muchos animales se habían reunido para presenciar la gran carrera, muchas aves volaban de cerca  para comprobar que no existiera ninguna trampa;  y después de un par de horas,  la liebre llego primero a la  meta completamente exhausta, dejándose caer al suelo en medio de muchos animales que estaban reunidos, en un silencio total, sin que nadie hiciera algo para auxiliar a la liebre, debido a su altanería y presunción. Pocos minutos después  llego la marmota a la meta todavía con energía, y entre gritos y alegría, todos los animales corrieron a abrazarla y felicitarla, después el oso cargo a la marmota sobre  su espalda, y se dirigieron a festejar en medio del bosque en compañía de todos los animales que estaban presentes. Mientras la liebre se había quedado sola y  tirada en la meta, sin que hubiera alguien para felicitarla.
La gente amable y cariñosa  que logra triunfos en la vida, siempre tendrá  familiares y amigos con quienes festejar y compartir sus logros, recibiendo de ellos felicitaciones sinceras y muestras de cariño verdaderas.

F I N.

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