El reino de Dios es infinito, gobierna todos los rincones del
universo, miles de galaxias, planetas y millones de estrellas que lo conforman, pero existe una galaxia muy
en especial donde se está efectuando una guerra entre los seres de Luz y los seres de Obscuridad. En los
principios de la creación Dios creo a millones de seres de luz a su imagen
y semejanza para reinar los diferentes
cielos, dimensiones celestiales, y
muchos mundos, porque el reino de Dios está formado de muchas moradas, y en una
morada muy especial, hay todo un paraíso
celestial donde los millones de Ángeles viven en armonía, en donde reina la
paz, donde se puede respirar un amor tan sublime y perfecto que en ninguna otra
parte del universo se puede encontrar, porque es la morada del Creador, es la morada perfecta que ningún Ángel
quisiera abandonar, porque fuera de ahí no hay dicha ni gozo igual.
Dios tenía muchas tareas, misiones y mensajes
que llevar a sus diferentes dimensiones y mundos, hasta que creo otro hermoso
paraíso, en un mundo llamado tierra, donde separo las tinieblas de la luz
creando el día y la noche, reunió todas las aguas, dejando tierra firme y una
bóveda en el cielo adornado por
estrellas, y dos lumbreras, una para el día y otro para la noche. Creo
infinidad de vida marina, vida alada para los cielos, miles de hermosas
especies animales y vegetales, para adornar los más hermosos paisajes llenos de
colores a la vista de todos los seres de luz, que aplaudían la magnánima
creación de Dios. Todos los Ángeles
estaban maravillados por tan sorprendente obra del gran Maestro, del gran Arquitecto,
todo estaba perfectamente sincronizado, relacionado, y unido, todo dependía de
todos, hasta la más minúscula flor o insecto tenían su propósito de vida.
Existían matemáticamente leyes universales que regían la vida en la tierra,
como el día y la noche, como las estaciones del año, la gravedad, la
traslación, la rotación, la ley del magnetismo, y la ley del amor; asimismo
creó cadenas alimenticias, y biológicas
para la existencia de vida animal y vegetal. Todo estaba perfectamente
sincronizado, y relacionado para que cada una de las partes hiciera funcionar la
totalidad de la vida. Un mundo
maravilloso, lleno de vida, todo un mundo vegetal y animal viviendo del mismo mundo subatómico, de
los mismos elementos con que formo las estrellas, más un aliento de vida para
que pudieran crecer y reproducirse.
Después de haber creado un paraíso en la tierra, todo marchaba a la
perfección, las plantas y árboles crecían conforme a lo planeado, los animales
comían, dormían, se reproducirán, morían, y nuevamente crecían los más pequeños
para seguir comiendo, durmiendo, reproduciéndose y morir. Todo era perfecto
conforme lo creado, pero monótono y sin ningún cambio ni evolución.
Hasta que Dios pensó crear una chispa divina, su obra perfecta de
todos los tiempos, y éste fue el Ser Humano. Nuevamente los Ángeles estuvieron
maravillados por tan grandísima belleza e inteligencia junta. Dios había creado
al hombre a su imagen y semejanza, de su propia carne, de su propia sangre, de
su propio aliento lo creo, con muchas facultades y dones, con cinco sentidos
para apreciar las manifestaciones del paraíso, para experimentar emociones tan
complejas como exquisitas, frustrantes, dolorosas y felices. Y así fue como creo al hombre para que
reinara en la tierra, con su propia inteligencia, con su propia consciencia,
con la capacidad de pensar, sentir, decidir, y actuar con voluntad propia para
crear, con la gracia de tener un alma, y
con el privilegio de gozar con un libre albedrio.
Después de haber creado al hombre en la tierra, Dios mando llamar a
sus Ángeles para darles una nueva tarea, que era la de cuidar y servir a su
hijo Jesucristo como a los humanos en la
tierra, pero Luzbel, uno de los ángeles más bellos de la corte celestial no
estuvo de acuerdo con servir a otro que no fuera su creador. Por su orgullo, sabiendo de sus grandes
capacidades, atributos con que el creador le había dotado, no estaba dispuesto a servir a los seres inferiores del mundo terrenal. Tampoco estaba dispuesto
a servir a Jesucristo, el hijo de Dios,
simplemente lo considero como uno de sus enemigos. Y en esos momentos Luzbel utilizo su gran
inteligencia y su poder de convencimiento para levantarse en una gran rebelión
contra Dios, comenzando una batalla entre el bien y el mal. Un tercio de los
ángeles existentes se unieron a Luzbel, que fácilmente los convenció de hacer valer su hegemonía de seres
superiores, y tomar el trono que le pertenecía al hijo de Dios. Mientras el Arcángel Miguel que todo el
tiempo estuvo fielmente al lado del Creador, por su inteligencia, por su
valentía, y por su amor al bien, fue llamado para organizar la protección del
reino celestial, estaría todo el tiempo luchando y frustrando los planes
malignos de su acérrimo rival Luzbel.
En ese momento se desato una gran batalla en el cielo, el Arcángel
Miguel y sus Ángeles combatieron contra Luzbel y sus Ángeles obscuros. Los
Ángeles que lucharon del lado de Luzbel no pudieron resistir los embates del
bien, y ya no hubo lugar para ellos en
el cielo.
Dios no perdono a los ángeles que pecaron, los desterró del cielo, y
así fue como miles y miles de Ángeles de Luz cayeron, pasaron a formar parte
del mal, de la obscuridad,
distribuyéndose en muchos planetas donde se escondieron con disfraces del bien para engañar y
destruir.
Desde entonces los ángeles caídos fueron tomando más fuerza, se
mezclaron con otro tipo de seres físicos, dando lugar a verdaderos demonios con
mejores poderes y con una tecnología más avanzada. En algún tiempo, ángeles
caídos llegaron a la tierra para substraer minerales y energía para llevarla a los
planetas que habían tomado como hogar.
En los principios de la existencia de Adán y Eva, apareció por primera
vez la maldad convertida en una serpiente, que sería la causante de que Adán y
Eva desobedecieran las órdenes de Dios, y que también sufrieran el destierro
del paraíso por los pecados cometidos.
Desde entonces se está librando una batalla entre el Arcángel Miguel y
sus Ángeles contra los ángeles caídos de la obscuridad que pelean sobre la tierra; la humanidad está peleando contra
el mal, y en algunas partes el Bien está perdiendo la partida, lugares donde
están presentes las guerras, los secuestros, los suicidios, las drogas, y
muchos problemas con muchas desgracias que acarrean sufrimiento y muerte.
Los ángeles del mal, son seres que se ocultaron en la absurdidad, y
desde ahí pretenden terminar con la obra perfecta de Dios, que son los seres
humanos, creando intrigas, celos, envidias, odios, provocando peleas unos
contra otros, originando divorcios, separaciones de todo tipo.
Dios desde los cielos, da instrucciones a los Ángeles del Bien para
que acompañen y protejan a las personas, pero sin interferir en sus decisiones,
porque estaba preocupado y molesto por la forma tan malvada con la que estaba
jugando el Equipo del Mal. Algunos Ángeles del Bien propusieron a Dios
interviniera, que terminara el juego, que con su poder destruyera a los Ángeles
Caídos. Pero Dios nuevamente se opuso a terminar el conflicto, porque sabía que
su obra más perfecta es el Ser Humano, creado con muchas facultades y dones
para caer y para levantarse, para odiar y perdonar, para sufrir y ser felices.
Tiene la inteligencia sin límites, la fuerza de voluntad de un gigante, la
energía de un sol, en su interior esta una fuerza colosal con la que puede
conquistar, evolucionar, crecer, crear y derrotar a cualquier enemigo que
interfiera en su propósito de encontrar su paz, su felicidad, su evolución. En
su interior guarda el secreto para eliminar al MAL, para curar cualquier
enfermedad, para terminar con cualquier problema, discusión, mal entendido,
cualquier odio, rencor, rabia, y el MAL no lo puede vencer, ya que su arma secreta es el AMOR.
La guerra entre el Bien y el Mal ha durado miles de años, nadie ha
podido ganar nada, pero muchos si han perdido todo, porque en una guerra nunca hay un ganador
total, porque la guerra desgasta la vida, la energía, la paciencia. Pero para
el Mal, cada gente que caía en sus garras y empezaba a actuar con maldad,
estaba generando energía negativa con la cual unos demonios se alimentan como
vampiros. ¡Sí!, los Ángeles caídos seleccionan a las personas más débiles, para
provocarlos, e incitarlos a actuar negativamente, la gente agrede a la misma
gente, se lastiman entre hermanos y padres, se matan unos a otros. Hay lugares
donde el Bien gano, y es donde la gente vive muy felizmente, donde todos se
aman por igual, y si llegara un ser de obscuridad a provocar a cualquier
persona, solamente se le bendice y se le
perdona sin ninguna intención de contestar con alguna agresión, de esta manera
nunca logran esclavizar a más almas.
Lo importante de esta historia, es que todos los Seres de la Luz,
todos los Seres de la Obscuridad, todos los Ángeles y los Arcángeles, como la
humanidad terrenal, son creaciones de Dios, son parte de Dios, son uno con
Dios, son creaciones de su misma carne, de su mismo aliento, de su misma
consciencia, Dios se dividió en miles y después en millones, y nuevamente se
dividió en millones de millones de veces en una gran explosión creando vida en
todo lo existente, se expandió su infinito amor, pero llegará el día en que se contraiga, y que todos tengan que regresar
a casa, en una sola unidad, al corazón
de Dios. Una dimensión muy alta donde se encuentra el Paraíso Celestial, donde
reina la Paz, la Felicidad, y un Amor sublime y perfecto que solo se conoce en
este nivel. Muchos de estos seres han
vivido por miles de años en una guerra del Bien y del Mal, y ya están cansados
de pelear, y lo único que quieren es regresar a casa, al verdadero paraíso al
lado del Creador. Hay muchos seres muy avanzados de otros planetas y otras
dimensiones que ya libraron la batalla y el Bien triunfo, están listos para
regresar a casa, pero mientras siga existiendo disputa en la tierra, no se
podrá efectuar el llamado del Creador. Está en las manos del ser humano
terminar con esta guerra, dejando de luchar contra su prójimo, dejar de
criticar, de juzgar, de odiar, de lastimar al hijo de Dios, porque todos somos
hijos del mismo Padre, somos hermanos. El perdón, la felicidad, el amor es una
energía positiva que ahuyenta a cualquier demonio, porque es la única forma eficaz
de terminar con la obscuridad, simplemente irradiando luz, luz de amor. F I N
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