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jueves, 9 de octubre de 2014

MI ANGEL DE LA GUARDA

Mary era una niña que había nacido con el don de ver a su ángel de la guarda. Como muchos niños en el mundo, su inocencia la caracterizaba, como también su amor y el cuidado  que daba a las plantas y animales. Años  más tarde se distinguiría  por ser  una defensora de los animales y del planeta. En sus primeros años de edad, sus papás la dejaban sola en su recamara por largas horas, poco después se enteraron que platicaba y jugaba con su amigo imaginario, que era realmente su ángel de la guarda, quien la acompañaba desde los primeros días de su nacimiento. Algunos psicólogos que la habían visitado en su momento, decían que era algo normal en su desarrollo fisiológico y neuronal, y a medida que maduraran sus hemisferios cerebrales, dejarían de existir esos amigos imaginarios. Por varios años más Mary siguió relatando la visita de su amigo imaginario como le decían sus papás, y estos la reprimían con castigos, o la tenían entretenida con otro tipo de actividades, para evitar que estuviera a solas en su habitación. En alguna ocasión un especialista comentó a sus padres que estos casos son para tomarse en cuenta, por supuesto sin perder la tranquilidad, y agradeciendo al cielo que su hija pudiera ver a su ángel de la guarda.
Los bebes pueden escuchar, ver y sentir  otras frecuencias que los adultos no; incluso los animales pueden detectar cosas que los adultos no pueden percibir, ellos detectan otras frecuencias que son  sensibles y más altas que son muy reales y comprobables.

Después de varios años Mary dejo de recibir la visita de su amigo imaginario, porque sus padres la tenían muy ocupada en diferentes actividades recreativas, sin tener tiempo de descanso, de tal manera que llegaba la noche y ya sin energía, se quedaba profundamente dormida.  Pero por orden Divina un ángel no  puede abandonar a su protegido en ningún momento, son fieles y con un amor incondicional, aunque las personas no crean en ellos, e ignoren su existencia; aun si escogieron el camino del mal, nunca podrían separarse de su salvaguardado. Tampoco ningún ángel puede intervenir en las decisiones de las personas, solo se limitan a ayudarnos en momentos peligrosos, llevando mensajes constantemente, sin esperar que sean reconocidos, porque cada uno tiene la libertad de escoger  lo que es mejor para cada quien. Pero cuando las personas creen en la existencia de su ángel de la guarda, nunca se sentirán solas ó desprotegidas, su vida será más amorosa, placentera, gratificante llena de paz y buena vibra, porque se experimenta una presencia divina que ama a la persona y que incondicionalmente estará  en todo momento  a su lado para platicar, pedir milagros o sentir su compañía.
Mary dejo de ver físicamente a su ángel de la guarda, porque sus padres le ordenaron que lo hiciera, pero seguía creyendo en él todo el tiempo; cuando estuvo en el hospital a los diez años por una neumonía, logró aliviarse porque le pidió a su ángel su sanación. A los 12 años sus padres presenciaron un nuevo milagro del angelito de Mary cuando pidió por su abuela materna, ya que le habían detectado un cáncer, y con oraciones y buenos deseos llenos de amor, el mal desapareció. También cuando Mary pidió a su ángel que le ayudara a conseguir un lugar en el grupo de ballet, después de que ya  habían cerrado las audiciones,  y su  ángel le pudo conseguir  

un lugar en el ballet, y al mismo tiempo que su padre consiguiera un nuevo trabajo, ya que había perdido su empleo recientemente.
Era tanta su devoción y  fe en su ángelito de la guarda, que muy frecuentemente escuchaba pequeños mensajes de buenos días, cuando oía el canto de los pájaros al pie de su ventana ó  al anochecer, podía apreciar las  hermosas  estrellas fugaces, sintiendo la maravillosa presencia de su ángel; de la misma manera cuando veía abrirse un botón para convertirse en una hermosa flor,  percibiendo su  perfume delicioso que emanaba de su interior.
Los ángeles de Mary le proporcionaban, seguridad, confianza, un corazón bondadoso con todo el mundo y con todas las cosas, como los animales, la naturaleza, y con todo el planeta, sus oraciones constantemente eran para enviar bendiciones, para sanar al planeta junto con todas las vidas que lo conforman. También los ángeles de Mary le asistían en su toma de decisiones; muy a menudo, lo que le dictara una paz en corazón, eso era lo que los ángeles le indicaban que era lo correcto, de esa manera pudo arreglar conflictos entre sus familiares, diferencias entre amigos y maestros de su escuela. Todo mundo decía que Mary era todo un ángel de amor, que llevaba paz y armonía a cualquier lado que se presentara. Mary decía que estaba muy bien acompañada por sus seres celestiales, como si tuviera dos grandes alas que la acompañaran a cualquier lado y que toda persona debería de creer, sentir, y pedir a sus ángeles que nos acompañen porque creamos o no, ellos están a nuestro lado aquí y ahora, y por siempre para amarnos y protegernos.


F I N .

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