En una galaxia muy lejana,
existía un sistema solar muy parecido al nuestro, porque estaba formado de una luna
y de varios planetas. Su principal y más
hermoso planeta se llamaba Nova, que a miles de años luz de distancia se identificaba muy especialmente
por sus muchos anillos bañados de una
luz muy brillante. En este planeta vivían unas personitas de mediana estatura, muy pacíficas, y con un gran corazón del mismo
tamaño que su cabeza; habían desarrollado el sentimiento del amor, como el
principal motor que los mantenía vivos, su alimento básico, era únicamente el oxígeno y su religión y su única verdad, eran el Amor.
Pero ese corazón tenía su propia luz
brillante, como las luciérnagas del planeta
Tierra, unos brillaban más que otros, unos muy pobremente y otros generaban un
resplandor tan grande que podían iluminar sus casas por mucho tiempo.
Su población era gente
trabajadora, y que por muchos años había evolucionado favorablemente, y
respetaba los ciclos naturales y vivía en armonía con la flora y la fauna,
reinaba la paz y la tranquilidad, tenían
sus propias fuentes de energía naturales, que les proporcionaba su sol, los
ríos, sus vientos, y su principal energía provenía de su interior,
y no necesitaban de otro tipo de energía
que contaminara su mundo.
Respetaban, a todo ser vivo,
plantas, animales, porque se les consideraba parte esencial de un todo por el
simple hecho de existir; todos disfrutaban del paraíso donde vivían y participaban pintando de colores el mundo en el que vivían, todo era fiesta, magia, todo
era muy bello.
Cada personita que nacía en este
planeta, traía consigo una estrellita de
luz que palpitaba en su pecho como símbolo del producto del amor de sus padres.
Algunos papas trabajaban en el
campo, sembrando, regando, y cosechando al mismo tiempo platicando con los campos, le
cantaban a la tierra, como pidiéndole permiso para tomar de sus frutos y
alimentarse.
Otros adultos trabajaban en la
educación, en el entretenimiento, en las comunicaciones, en la ciencia, en la
investigación, en la creación de todo tipo de cosas útiles para hacer su vida
más placentera, eran gente muy avanzada tecnológicamente, socialmente, y por lo tanto
gozaban de una riqueza económica,
social, y espiritual.
Los jóvenes estudiaban de todo,
música, baile, pintura, todo tipo de arte, para desarrollar sus habilidades a
temprana edad, y ya más grandes
estudiaban una profesión con el propósito de servir a su sociedad. También los jóvenes se reunían para
divertirse sanamente, cantaban, bailaban, reían, generando más
luz dentro de sus corazones, creando así una gran fuente de energía de amor, que se acumulaba más y más y que se esparcía por los
aires, para que todos recibieran de esa
energía, flores, los animales, y todo el mundo que la necesitara, era gratis.
Tenían tanto amor por sus seres
queridos y por todo lo que les rodea, que sus manos, corazones, y pensamientos
emitían tanta energía que la utilizan en sus trabajos, en sus hogares, y en todas
partes, para hacer el bien.
Podían sanar a cualquier persona
enferma, generaban energía desde sus corazones y con sus propias manos hacían milagros, estaban en armonía con
el universo, sus millones de moléculas y átomos
que los formaban, estaban en una frecuencia alta vibrando
en sincronía con el amor, y así podían generar luz que se transformaría
en energía, así podían cargar de energía
sus aparatos electrónicos, hasta encender sus propios automóviles, las
mujeres podían cocinar, y hacer que funcionara cualquier aparato de la cocina,
transmitiendo la energía de su propio cuerpo en electricidad.
Los niños jugaban con sus carros,
aviones, trenes, y todo tipo de muñecos a control remoto con el simple
pensamiento, y frecuentar las ferias de juegos mecánicos, en donde podían poner
a prueba sus niveles de energía, conduciendo pequeños carros de carreras, que
funcionaban con el nivel de energía de cada niño le imprimiera, o haciendo
girar grandes tazas voladoras, o rueda de la fortuna, o ver quien alcanzaba más puntuación con el martillo, en el
laberinto, todos los juegos utilizando el solo poder de su mente o de su luz interna.
Todavía se llegaba escuchar las historias de algunos abuelos,
relatando la vida conflictiva de años atrás, cuando existían las guerras, la
delincuencia, la contaminación, la pobreza. Historias difíciles de contar
porque muchos niños de generaciones nuevas nunca habían escuchado sobre el
significado de la palabra guerra, o delincuencia, o simplemente no logran
comprender el término de pobreza, tampoco cabe la idea de que algunas personas
pudieran tener menos que otras. Simplemente los abuelos cuentan la historia de
tal forma que los niños y jóvenes pudieran entender un poco de como fue el
pasado: “Hace mucho tiempo existieron unos seres malignos como vampiros que
inventaron las epidemias, las crisis, las guerras y todo tipo de conflictos entre
las personas. Generando caos desde los núcleos familiares, los pequeños círculos
vecinales, escolares, laborales, y estos problemas contaminaron a otros círculos
más grandes, y se expandieron a comunidades, a ciudades, hasta muchas partes
del planeta. Los seres malignos se
alimentaban de la energía negativa que las personas generaban por sus actos, haciendo
jugar a las personas a los juegos de las guerras, de las envidias, de celos, de
venganzas, de miedo. Eran unos juegos muy peligrosos en donde mucha gente salía
lastimada, donde antes había paz, hubo después desconfianza, delincuencia y muchos
peleaban entre sí porque el mal había sembrado un motivo de discordia que no existía.
Los gobiernos y al pueblo les encantaban estos juegos peligrosos, aunque en
ocasiones había muchos heridos y muertos. Después de algún tiempo eran mas las
personas que participaban en estos
juegos, hasta que un día la gente dejo de jugar, se dio cuenta que estaban siendo
manipulados y engañados. Los gobiernos se dedicaron a crear escuelas, centros
deportivos, centros recreativos y fuentes de trabajo. Y en los hogares, en las
oficinas, en las escuelas, en todos los círculos las personas empezaron a
experimentar nuevamente el amor al prójimo, la oración, la compasión, y así fue como desaparecieron esos juegos
peligrosos porque a las personas tomaron consciencia, simplemente dejaron de
jugar a la guerra y a la delincuencia, se pusieron a trabajar en cosas más
productivas e inteligentes. Con el
tiempo ya no hubo quien quisiera participar
en esos juegos de los seres malignos,
quienes inventaron nuevas formas de atemorizar a la gente, pero el amor entre
las personas fue más fuerte que la maldad, y al final los seres malignos murieron
por inanición, ya nadie quiso alimentar a estos seres con más sentimientos
negativos”
Esta historia no tiene un final feliz,
porque todo el tiempo es felicidad, y en la eternidad seguirán siendo
felices, a los abuelos les gustaba contar historias a sus nietos, que alguna vez
existió la palabra odio, rencor, sufrimiento, miedo, y de muchas formas
trataron de explicárselas a sus nietos, pero ellos nunca entendieron, el
significado ni su utilidad, porque en sus mentes limpias y sanas, no cabe la
idea de que pudo haber existido tales
cosas feas en el pasado, porque tampoco entienden que significa la palabra: MIEDO, MALDAD,ENVIDIA,RENCOR,CELOS,RABIA.
Esperemos que algun dia con la bendicion de Dios lleguemos hacer, como ellos, que sea nada mas Amor.
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