Slider

viernes, 24 de octubre de 2014

NO RESISTIR AL MAL


Desde pequeño soñaba con ser un súper héroe, salir con mi capa voladora y mi máscara de salvador. Quería pelear contra los malvados delincuentes que robaban las pertenencias a los más débiles. Proteger a los indefensos animales que sufrían maltratos de la gente. Luchar a favor de la libertad de los secuestrados y presos injustamente. Derrotar a los grandes y poderosos mafiosos que abusaban, sobornaban, lastimaban a los más desprotegidos; acabar con el asesino, el violador, secuestrador,  estafador, defraudador, no importando  si fuera político, empresario, sacerdote, ministro, presidente o ángeles caídos.
Estaba yo a favor de la paz y la justicia; no podía soportar cuando había abuso o maltrato hacia una persona débil. En varias de mis escuelas tuve muchos problemas por defender a los más  tímidos.  Y un día comprendí que no podía intervenir en todos los casos, no tenía el poder de actuar ni de resolver los problemas de los demás; y así continué  todo el tiempo juzgando y criticando  las injusticias que se cometían en contra de mucha  gente, me llenaba  de indignación  y rabia, y muchas veces cuestioné a Dios por permitir tanta maldad e injusticia en el mundo.  Cómo era posible que los malos siempre fueran los protegidos  por algo o alguien, porque siempre eran los que salían victoriosos, triunfantes.

Un día presencie el  asalto que sufrió una pareja en el parque, inmediatamente intervine  queriendo frustrar el robo pero no fue así, ya que me salieron varios tipos y me pusieron una golpiza, me asaltaron y  me mandaron al hospital.  En aquellos tiempos  yo empezaba a cambiar mi manera de pensar, me volví una persona rebelde, amargada y frustrada por la vida. Continúe criticando y juzgando la injusticia, pero a la vez peleaba con todo mundo por cualquier insignificancia. Peleaba con mis padres por cualquier cosa que no estaba de acuerdo, peleaba con mis hermanos porque no hacían lo que yo pensaba que era lo correcto, peleaba con mi pareja por nada, simplemente quería pelear. Me molestaba la desatención de los vecinos, el mal servicio del mecánico y terminaba  peleando, peleaba con el carpintero, por el mal servicio del dentista, peleaba con mis compañeros de trabajo porque no hacían bien en trabajo, peleaba con mi jefe que no reconocía mi esfuerzo, ni las horas extras que regalaba al trabajo. Luchaba contra mí por someterme a una dieta, peleaba conmigo mismo por mis adicciones, por mis arranques de cólera sin control.
En una ocasión saliendo del trabajo unos tipos intentaron asaltarme, entonces mi Ego nuevamente saco al Súper Héroe que habitaba  en mí, de nuevo me defendí y me enviaron al hospital. Esa noche en el hospital tuve un sueño muy revelador, desperté en una gran nube blanca, todo mi alrededor era una neblina muy espesa y de una blancura  radiante, sentía una paz y una calma indescriptible, no sentía el peso de mi cuerpo, mucho menos los golpes que me habían propinado,  pensé que había muerto y me encontraba en el cielo, hasta que un Ser de Luz apareció de la nada, era un Ángel que me decía:
-ÁNGEL: Has perdido la lucha de tu vida, viviste todo el tiempo buscando la injusticia y la injusticia salió a tu encuentro, buscaste todo el tiempo al agresor, al delincuente más peligroso y lo encontraste. Tu vida era una lucha en  contra del mal, y Jesucristo dijo: “Busca y encontrarás, pide y se te dará, toca y se te abrirá”, tú encontraste lo que tanto pedias, que era pelear, luchar,  pero en realidad no creías en la justicia, más bien creías en la victoria de los infames, y eso fue lo que encontraste.
-YO: Pero yo solo quería la paz y que se aplicara la ley. Yo solamente quería el castigo para los malvados  y el bienestar para los honestos.
-ANGEL: Jesucristo dijo “No Resistid al Mal” Las guerras y las luchas contra el mal, algún día dejarán de existir, pero mientras la gente siga creyendo en ellas, e invirtiendo energías destructivas, pensamientos negativos, acciones agresivas, la  lucha contra la guerra será  nula, ya que  seguirá teniendo fuerzas para existir, de tal manera que los ángeles caídos seguirán alimentando los corazones de las personas  con sed de venganza y odio  para seguir atacando. El Mal seguirá  inventando razones en las mentes de la gente  para nuevamente atacar, creando más energías negativas con las cuales los seres de la obscuridad se alimentan y se empoderan más.    
-YO: Quiere decir que seguirán existiendo los malhechores alcanzando  la victoria?
-ÁNGEL: En esta vida el que mata tendrá que ser asesinado en otra vida, el que secuestra será secuestrado, el que viola será violado, el que roba será robado. Hay una ley inquebrantable de la cual nadie se puede salvar. Si tú en algún momento de tu vida mataste a alguien, entonces eres merecedor de un castigo, entonces en la misma vida o en la siguiente, tendrá que surgir un victimario ó algún incauto que tenga que hacer el trabajo sucio de matarte, aunque hubiera un Súper Héroe que quisiera intervenir para salvarte de esa injusticia, tú deberás pagar tu karma, porque todo lo que se hace se paga, “ojo por ojo, y  diente por diente”. Deja de andar por la vida juzgando y queriendo aplicar la justicia, recuerda que en las Sagradas Escrituras estaba escrito que Jesucristo tenía que ser crucificado para salvar a la humanidad. Alguien tenía que hacer el trabajo sucio de entregar al Hijo de Dios, seguro que muchos se negaron a realizar esa tarea tan malvada, Pero para que continuara la historia y se llevara a cabo lo escrito, Judas tuvo que entregar a Jesús. Entonces, ¿Judas fue un Héroe o un Traidor?, simplemente no hay que criticar ni juzgar, él tenía que hacer su trabajo y nada más.
 -YO: Ya entendí  el mensaje, dejare de luchar, dejare de criticar y juzgar, ¿Pero cuando terminara el mal?
-ÁNGEL: La Lucha diaria contra el más fuerte, el más poderoso, contra el victimario, contra la maldad, contra la obscuridad, contra la injusticia, contra uno mismo, contra cualquier cosa,  es una lucha encarnada que es muy difícil de ganar, y cuando se gana, se pierde algo de igual valor. Cuando el rey poderoso obtuvo la victoria, volteo a ver el campo de batalla y se dio cuenta que también había perdido miles de hombres, entonces, ¿Dónde está la victoria? Cuando alguien está luchando contra algo o contra alguien, siempre termina debilitado, cediendo la energía y el poder al opresor. Cuando se le declara la guerra a alguien o a algo, se está creando el conflicto, se está aceptando la existencia del problema  entre una víctima y victimario por un bien común, pero muchas veces el problema no existe, ni el victimario, tal vez seamos nosotros mismos.  El problema crece y se magnifica de acuerdo con la atención, con la energía que se le aplique, con la fuerza con que se luche,  es como tomará dimensión el conflicto.
-ÁNGEL: Yo soy un mensajero de Dios, y  Él me envió para explicarte cómo es que todos pierden en la lucha queriendo cambiar a la gente, porque ni Dios mismo  tiene el derecho de cambiar a nadie, porque todos gozan de su libre albedrio. Si quieres que cambien las cosas, primero cambia TÚ MISMO, para que cambie la gente que está a tu lado, y las personas que están cerca de ti, cambiaran, y algún día dejara de existir el mal. Es como un juego, mientras haya gente que quiera seguir jugando a la guerra, el juego seguirá existiendo, pero cuando todos los jugadores del equipo del Bien se salgan del juego sin la intención de jugar nunca más, entonces el juego de la guerra ya no tendrá razón de existir.
Ahora, cuando despiertes, nuevamente regresaras a la tierra, y recordaras toda nuestra conversación para que recapacites y corrijas tu manera de vivir. Aprovecha la nueva oportunidad que Dios te da, porque no siempre se conceden nuevas oportunidades.

Después de pelear con los compañeros de trabajo por años,  decidí cambiar y ahora  he vivido en paz,  he dejado de criticar sin medida a las personas, y por consecuencia, cesaron las  críticas en contra de mí persona, dejé  de juzgar todos los actos de mis compañeros, y ellos  dejaron de juzgarme y molestarme.  Cuando  odiaba, envidiaba ó  maldecía a mis superiores, recibía lo que daba, pues  únicamente  sufría  maltrato, nunca había para mí  reconocimientos, ni aumentos de sueldo, ni promociones de ascender a un  mejor puesto.  Cuando DEJE DE PELEAR con la gente con la que trabajaba, todo cambió, amé mi trabajo, a mis compañeros, a mis superiores, y desde entonces recibo reconocimientos y promociones de  mejores puestos.
Lo mismo sucedió cuando renuncié a seguir  peleando con mis padres, hermanos, maestros, vecinos, dejaron de existir los enemigos, deje de ser la víctima  desapareciendo los victimarios junto con muchos de mis problemas, ya no hubo quien me atacara porque ya no oponía resistencia, ya no respondía a sus provocaciones. Todos tienen un propósito, todos son maestros y a la vez alumnos,  ya que también están aprendiendo a vivir a un ritmo diferente, pero son los mejores maestros los  que nos vienen a enseñar nuestras debilidades, hay que aceptarlos, amarlos y nunca pelear, porque el que pelea, guerra encontrara.

En el ámbito Espiritual, todo es armonía, paz, belleza, equilibrio, cultura y amor. Si se perdió la armonía, es que se perdió el amor; si se DEJA de alimentar el conflicto con pensamientos negativos, el problema  desaparecerá, porque se ha tomado conciencia, eliminando así  los  motivos para la existencia de un victimario y una víctima;  lo que era un problema  se convierte en un  simple error de percepción, ¡COMPRUÉBALO TU MISMO! deja de luchar, “No te resistas al mal”, porque cuando Jesucristo puso la otra mejilla, su victimario no pudo resistir a su compasión interna. Deja de gastar tu energía en la lucha, empieza a amar  a tu supuesto enemigo y veras que deja de atacarte, serás libre, recuperarás tus energías y tu  felicidad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario